No Mente

No importa de donde, ni cómo venga el golpe. Puede venir de abajo hacia arriba, de frente, de costado, de arriba hacia abajo, en fin. Lo importante es aceptarlo, absorberlo sin quejas y responder.

Responder sin algún concepto pre determinado. Por eso decimos no mente. He ahí la esencia de la meditación en el Aikido Zen.

Y si trasladamos esto a la vida cotidiana, igualmente podremos tener mil situaciones que no son necesariamente de nuestro agrado. Por ejemplo alguna tarea que no quiero hacer, algún trabajo que no me gusta, o podríamos recibir algunas palabras inapropiadas de alguien, etc.

Lo importante en la meditación zen, no es tanto lo que pensemos de esto, podemos pensar muchas cosas y puede estar bien o mal. Pero más importante que esto es nuestra capacidad de respuesta.

Cómo respondemos ante tal o cual hecho.

En el Aikido zen, la respuesta es, sin mente, sin algún prejuicio, simplemente respondemos, hacemos algo. Frente a un ataque en el Aikido zen solemos decir, hay que salir de la línea de ataque, lo importante es no quedarse parado, si no moverse y hacer algo.

Con la práctica y el entrenamiento constante nuestra capacidad de respuesta cada vez será más asertiva. Sin desgastar energía con pensamientos inútiles.

En el Akido Zen aprendemos a través del cuerpo, a través de la práctica.

El rostro se mantiene sin expresión, los hombros relajados, la respiración es diafragmática.

Y con esta actitud corporal de relajación y balance nuestra capacidad de respuesta

simplemente sale de manera natural, sin dañarse uno mismo ni a nadie.

Finalmente una pequeña historia. Un alumno se acerca a su maestro y le dice. Maestro enséñeme a estar en varios lugares al mismo tiempo, pensando el alumno que ahí residía el verdadero poder de la meditación. Pero el maestro le respondió: Siento si te decepciono pero lo que yo enseño es a estar en un solo lugar al mismo tiempo: si barro, barro, si como, como y si hago el amor, hago el amor. He ahí el verdadero poder que muy pocos practican.