Machismo, temas de género, feminicidios
Este año y cada vez con más insistencia se ha tocado el tema del género, para manifestar, expresar reclamos, indignaciones, temas lamentables de feminicidio, entre otros.
El machismo es un tema que cada vez se combate más o por lo menos se cree combatir más.
Tengamos en cuenta que muchas mamás fomentan el machismo en sus hijos varones y mujeres por seguir un modelo, un patrón cultural de siglos atrás con valores que ya están enquistados, arraigados y se dan por sentado sin cuestionar en absoluto.
Series como “Papá lo sabe todo” de los años 40, ya son un modelo cuestionado, considerado arcaico, que muchas otras películas, y valores que circulan van consolidando nuevas formas de pensar. Por ejemplo la película “Rebelde sin Causa”, de 1955, con el desaparecido actor James Dean, marcó un hito para una juventud sin voz ni voto en las familias de aquellas épocas. Luego vendrían los Hippies, Mayo del 68, entre otros movimientos que generaron nuevas formas de pensar y de ver el mundo.
En la actualidad, adolescentes tanto hombres como mujeres hablan con palabras que hace pocos años sólo se decían entre hombres. El pudor va quedando atrás. Ya no existe, o casi no existe eso que hacían los abuelos, que sólo bastaba con la mirada para indicarle al chico o chica cómo tenía que comportarse. Ahora te reclaman y dicen que hasta conocen sus derechos. Un abuelo hubiera dicho: “De un sopapo le quito toda la gracia”.
Pero la situación ha seguido en aumento al punto de que muchos padres les temen a sus hijos cuando éstos les reclaman privacidad, les faltan el respeto, y ya no saben cómo actuar frente a jóvenes totalmente “empoderados”, para usar esa otra palabrita tan en boga ahora.
Y un tema que no es ajeno y lleva a otro es el tema del machismo, el temita del género.
Según el escritor argentino Ernesto Mallo, reconocido escritor de novelas policiales hace un estudio interesante y observa cómo en el intenso y dramático mundo del crimen, el criminal desarrolla tipologías diferentes según la sociedad en la que vive, y por ejemplo en sociedades complejas en industria y economía, el criminal es más sofisticado en su modus operandis, aparecen los asesinos en serie y hay muchos asesinos que parecen personas ejemplares, pero llevan una doble vida y son en realidad verdaderos psicópatas y maníacos.
Esta sofisticación del criminal responde a sociedades mayormente, en las que las necesidades básicas desaparecen, pero aparecen otras más acordes al vacío existencial, espiritualidad, soledad, otros.
En cambio, continúa el escritor, en sociedades con modelos paternalistas, los feminicidios son más frecuentes. Y esto tiene mucho sentido, desde luego en sociedades paternalistas como la nuestra no se perdona a la mujer cuando, esta pretende increpar al hombre, en especial a la pareja y hemos sido testigos en el año de lamentables feminicidios, con cifras alarmantes, y que van en aumento.
No pretendo agotar el tema, que sería materia de una tesis, ahora hay hasta maestrías sobre el tema, pero si quiero dejar un par de inquietudes que me parecen no sólo polémicas, si no motivo también de reflexión.
Comentaba que no sólo padres varones, si no especialmente muchas madres de familia siguen fomentando el machismo en sus hijos varones y por cierto en las hijas también.
Y hay un par de frases, de las muchas que hay, que me gustaría dejar para la inquietud y reflexión. Por ejemplo cuando se dice inocentemente, “a la mujer ni con el pétalo de una rosa”. Esta frase que aún se usa, me parece es de lo más machista, con todo el daño que pueda hacer. Esto hace muchas veces que la mujer insulte y el hombre calle, porque no sería “caballero” contestarle a una dama.
Pienso que el principio del respeto es básico y si una dama insulta, pienso que no hay necesidad de responder con un insulto, como tampoco a un hombre, pero sí por lo menos hacerle ver con toda firmeza que no es correcto ese modo de actuar.
Otra de las frases en las que pienso, se tiene demasiada consideración a la mujer y pienso que también hace mucho daño, es cuando se dice “no hay mujer fea”. Si partimos que la estética tiene que ver con el alma de la persona y esto lo narra maravillosamente Oscar Wilde en su inmortal novela “El retrato de Dorian Gray”, entonces podemos afirmar sin temor, sin tabúes, sin quedar mal como caballeros, que no hay efectivamente mujeres feas, si no hay mujeres honrrendas y abominables. Y esto desde luego muchas mujeres estarán de acuerdo. Así que me parece imperioso acabar, desterrar este tipo de mitos que no ayudan y al contrario empeoran la situación.
Y el último en cuestión. Aclaro que siendo yo de la vieja escuela, me agrada abrirle la puerta a una dama, colocarle la silla para que se siente, tratarla como una reyna, como personalmente me gusta hacerlo con mi esposa, y a ella también le agrada. Pero pregunto. No estaré contribuyendo con el espantoso machismo?.
Desde luego las damas en especial de mi generación, me dirán que eso no tiene que ver con el machismo, que es algo bonito, romántico. A mí también me parece así y hasta ahora me agrada hacerlo. Sin embargo pregunto. Esto no contribuye a una dependencia, a una búsqueda de protección de la mujer hacia el hombre, que ella misma se podría procurar, sobre todo emocionalmente?
Estos modelos provenientes de una cultura básicamente judeocristiana, y machista no sería conveniente revisar, discutir y hasta cuestionar?
Se me dirá con razón que hombres y mujeres somos diferentes, y es cierto. Qué pensamos diferente, de acuerdo. Pero estas pequeñas frases que parecen algo menor, algo pequeño, intuyo que no es tan pequeño y que pueden ser mitos enquistados en las consciencias que no ayudan para combatir el machismo y que lamentablemente pueden estar contribuyendo a la larga, por ignorancia desde luego, con el horrendo feminicidio, con cifras alarmantes.
No es que las frases nos lleven al feminicidio obviamente. Pero son mitos, formas de pensar, de ver el mundo en los que finalmente se interpreta, se desvirtúa, se consolidan y arraigan valores como el machismo con sus miles de taras, que como vemos tiene muchas sutilezas y sirven tal vez de caldo de cultivo para mentes enfermas.
El tema como dije no pretendo agotarlo en un pequeño artículo, pero sí creo que hay mucho que debatir. Siempre desde el principio del respeto. Y lo dejo por ello, como inquietud, para la polémica, el debate, la reflexión.
Excelente 2017 !!!