La Biblia
La Biblia desde luego son muchos libros, complejos, que han generado miles de interpretaciones, emociones y desde luego las seguirán generando.
Hacer un post de la Biblia como si fuera un libro ó un librito cualquiera parecería una osadía, herejía ó idiotez de inconsciente por meterse en tamaña empresa, pero no es nada de ello. Como dije en mi reseña de autor de este blog, sólo son pequeñas crónicas, semblanzas, pasajes de impactos que ciertos libros han tenido en mí.
Entiendo que cada libro de la Biblia se prestaría para miles de análisis y comentarios, y estudios que sin duda existen. Sin embargo quiero conversar de estos libros llamados en su conjunto La Biblia.
Y hago este pequeño relato, valga la aclaración desde mi exclusiva experiencia personal.
Es para empezar, mi libro de cabecera, el cual leo a diario y frente al cual me sumerjo como si estuviera emprendiendo un gran viaje, una gran peregrinación bastón en mano como Pedro, a Tierra Santa.
Desde luego hay una fe particular que vivo y experimento con alegría, pero también una emoción muy grande al descubrir mundos, personajes, tierras lejanas e inhóspitas, que parecen sacadas de “Las Mil y una noches”, y mejor aún.
Pasar las páginas del Antiguo testamento, advertir un mundo en donde es posible el suceso de las plagas, las guerras de aquellos tiempos, la palabra enigmática desde el cielo de Yavé, el gran poema del Cantar de los cantares, el libro de Job, de Rut, los Proverbios, los salmos, el Eclesiastés, la Sabiduría, entre otros, y que son de una literatura de primera, fascinante lo que vendría a formar parte en literatura del llamado género lo real maravilloso.
Y qué decir del nuevo testamento en donde siguen las aventuras con los primeros libros del evangelio de Juan, Mateo, Marcos y Lucas, luego los Romanos, los Corintios, y desde luego el verbo más apasionante, y fantástico al viajar por ese mundo de las metáforas, las alegorías, y el mundo simbólico fabuloso que es el Apocalipsis.
La Biblia es un tesoro de la literatura fantástica, de Poesía sacra, gótica, de historia surrealista, y de géneros nuevos ó aún por inventarse.
Algo especial que quiero destacar es que además de los mensajes que siento son muy personales, así como contundentes. Con la Biblia experimento que el viaje, lo voy haciendo real cuando camino por el desierto del Sahara en compañía de los discípulos de Emaús, visitando, a Maria de Magdala , a Pedro en sus metidas de pata, a Pablo en sus agotadoras y apasionadas giras, a Zaqueo el Publicano que se subió al árbol para ver a Jesús, los lugares en la antigua Roma, Palestina, el mar muerto, las sinagogas, la barca en donde se apareció de noche y caminando sobre las aguas un tal Jesús, como un fantasma ó aparición, como la llorona y que causó el terror, el pánico y el espanto entre los apóstoles.
Cuántos personajes tan cargados de emociones y de aventuras. Cómo no emocionarse con todo ello en donde las travesías, los peligros, el horror, la muerte, y el amor como tema central, son los grandes ejes de estas narraciones extraordinarias.
No dejo de mencionar lo central, las palabras de este Jesús de Nazareth, este carpintero que cuando habla tiene la virtud incomprensible de hablarle, aunque lo haga frente a multitudes, a cada uno en forma personal.
Actualmente estoy leyendo la Biblia en su edición Latinoamericana. La que es considerada en sus interpretaciones como de apoyo pastoral. Quiero ahora complementar también con la de Jerusalén que entiendo es una Biblia que cuenta con citas, y explicaciones a un nivel más académico.
Y es que al emprender esta peregrinación, la pasión por los lugares de tierras lejanas, y llenas de misterio, misticismo, así como de sus exóticos personajes realzan esta fiebre literaria que viene a sumar mi mejor selección de libros, de notas, de tertulias, de semblanzas, de grandes alegrías.
Oportuna finalmente la exclamación hebraica
Aleluya ¡