El Principito
El Principito, es luego de la Biblia, mi libro de cabecera. El Principito pienso que es el libro base para emprender cualquier aventura política, religiosa, de estudios académicos, empresariales, etc.
Creo que la sencillez y la ternura son los grandes tesoros del Principito y reparo con ello que he querido que mi vida gire siempre entre estos dos sublimes para mí, valores.
Recuerdo el día de mi matrimonio que el Padre José, del Colegio La Recoleta me preguntó en el altar, dime dos virtudes por las que escogiste a Ana como esposa, y justamente le mencioné, la sencillez y la ternura.
Durante mi vida en general he intentado siempre esforzarme por alcanzar mis propias metas, no las que les parecen bien a otros. Y luego al releer el Principito pude darme cuenta que siempre esta actitud es la mejor opción de vida.
Aunque nos califiquen con los peores adjetivos, nuestros sueños jamás deberían ser negociables.
El libro lo quise leer por primera vez a la edad de 7 años, pero no entendí nada, así que lo dejé.
Pensé seguro como muchos niños que esos dibujos del libro eran para niños, pero ver un elefante dentro del cuerpo de una serpiente, no le encontré nada divertido.
Fue terminando el colegio cuando ya había pasado por un sinfín de palomilladas, golpes y reveses y que dejaron profundas cicatrices, que leí El Principito y aunque me gustó mucho, no le di, el gran valor que posteriormente le dí cuando lo releí ya de casado, un poco más de 30 años.
Inmediatamente luego de leerlo, quise comprarme una edición especial del Principito y hacerlo mi libro de cabecera, colocarlo como imagen de fondo de escritorio, posters, etc. Además de exclamar y declarar tal vez como muchos que “Quiero ser el Principito”.
Un fan total.
Y desde luego la visión de este adorable y entrañable personaje es la visión de la esperanza, la de un mundo que aún en las peores circunstancias, siempre hay una luz que tal vez no se vea porque no se ha cambiado ó no se ha querido cambiar el ángulo de la visión.
El Principito es un libro para leerlo en voz alta, en voz baja, improvisando tal vez muchas formas, y así seguir el curso del libro de cambiar el punto de mira y encontrar nuevos rumbos, nuevas canciones, nuevas alegrías, nuevas formas de inventarse y de re inventarse.
Es un libro para deprimidos, para aquellos que se quedan sin trabajo, que se acaban de divorciar, ó que han sufrido alguna otra pérdida. Pero no es sólo para personas deprimidas, es un libro para todos. Es un libro que realza y grita al amor.
La riqueza del Principito es inagotable. Nunca deja de sorprendernos y sus frases, tan sencillas y tiernas hasta parecen irreales. Pero no, ciertamente el Principito es un libro de grandes enseñanzas y valores. Es un libro inmortal.
Viendo en perspectiva mi vida, ahora que tengo 51, observo que mi colegio, mis fracasos, mis logros, ahora con mis hijos, con mi esposa, con mis padres, mis amigos, mis compañeros de trabajo, los que sentí se portaron mal conmigo, las enamoradas que tuve, creo que todo tiene un gran sabor al Principito.
Grandes personajes como el Principito, y Charlot, son y han sido para mí, no sólo grandes inspiraciones, verdaderos héroes en mi vida, si no son con quienes más me he identificado. Personajes que se emocionan, que lloran, que sufren, que viven y aún con todo ello, lo principal, que gozan y siguen gozando de la vida..., del amor.
Este pequeño escrito, que forma parte de un blog literario y que nace sencillamente del amor por los libros, significan para mí , la gran alegría de poder rendir un homenaje a este queridísimo personaje, mi ídolo y super héroe eterno…, El Principito …