Narraciones Extraordinarias
He disfrutado mucho leer estos relatos de miedo, de terror, de espanto.
Una prosa ciertamente fina, aunque también oscura, macabra, pero que da gusto leer, por lo excelentemente narrada y por su capacidad para transportarme a estos mundos del horror.
Son este tipo de relatos los que convierten a la literatura en algo más que el simple hecho de leer un libro.
Lo que se ve en una persona que lee, es básicamente eso, ver una persona que lee, al menos en apariencia. Y aquí sucede lo increíble, lo insólito, lo sobrenatural. Lo que no sabe la otra persona que observa a una persona que aparentemente está leyendo, es que quien lee, en realidad está explorando mundos extraños, mundos psicológicos, oníricos, irreales, sin tiempo y en donde cualquier cosa podría suceder.
Es como gozar de una descomunal aventura en frente de otra persona, mientras la otra persona ni se entera, ó ni cuenta se da.
Edgar Allan Poe es precursor de grandes narradores como Dostoyevski, Baudelaire, Kafka, Thomas Mann, Vladimir Navocov autor de la gran obra Lolita, entre otros grandes. Su gran personaje Auguste Dupin de mente minuciosa, rigurosa, detallista al extremo, fue un predecesor del famoso y gran detective Sherlock Holmes, personaje del gran Sir Arthur Conan Doyle y que dio la vuelta al mundo con su célebre creación. No así su predecesor.
Las historias de Poe, me provocaron en dos oportunidades un par de pesadillas notables, que disfruté mucho y parecían haber sido sacadas de sus horrendos relatos. Fueron escenas en blanco y negro con candelabros que se prendían y apagaban, en medio de personajes aparentemente inofensivos, pero que escondían personalidades macabras y terroríficas.
Esto se comprende porque además de gozar de un insomnio casi provocado, empecé a leer a Poe, como a las 12:30 de la madrugada.
Los relatos de Poe, podrían dar inicio, a una apasionada y fabulosa aventura, la de buscar y coleccionar libros antiguos. Sería algo hermoso y que requiere de investigación, consultas a editores, coleccionistas, y desde luego visitas a diferentes lugares, y que hasta podrían ser peligrosos. Además de maravillarnos por los libros en sus variados empastes, encuadernaciones, tipos de letras, datos bibliográficos, fechas, entre otras pesquisas y detalles que requerirían de la pericia de un Auguste Dupin, ó de un Sherlock Holmes.
Desde luego esta aventura ya ha sido llevada al cine e interpretada por el gran actor Jhonny Deep, en La “Novena Puerta”.
Otra de las grandes aventuras literarias y que jugaron con el misterio, lo detectivesco, las pesquisas e investigaciones de libros, además del horror fue “El Nombre de la Rosa”, del agudo investigador, semiólogo y novelista eximio Umberto Eco.
Finalmente, estas historias nos permiten perpetuar aquellos imperecederos juegos de niños que tenían que ver con casas embrujadas, historias en la noche de la Llorona, disfraces y otras que hicieron de estos juegos, más que una diversión, una pasión, una forma de gozar con lo lúdico y no dejarlo jamás.