Escritor
El oficio de escritor que ejerzo como necesidad, es una vocación. Amor por las letras, por las palabras, aunque estas en ocasiones pareciera se las llevara el viento. Sin embargo esto jamás es posible. Pues no pasa una hormiga sin que se mueva el mundo.
La acción de la lectura y la escritura es como abrazar caminos peligrosos. Caminos de magia y de alquimia. Un mundo de aventuras, sorpresas, de detectives, de encrucijadas y secretos por develar. Las letras, la literatura es el recorrido de mis viajes a través del tiempo. Por lo absurdo y la paradoja. Un viaje largo con equipaje ligero.
Tan sólo un catalejo para observar, botines rudos para el viaje agreste, un sombrero para el inclemente sol, cantimplora, algunos trapos para cambiarse y una pluma para escribir. Es todo lo que necesita un escritor.
Escritor en mi caso personal es el oficio de nobles caballeros. Es una hermandad. La de poner en escena una actitud hacia el mundo. Escritor es apreciar no sólo la gran obra literaria, si no la excelente taza de café, el buen vino, el paseo por las calles descubriendo a la gente, escuchando sus conversaciones, espiando desde esa ventana secreta, el mundo interno de las personas, sus ideales, sus acciones más sublimes, así como sus miserias y actos más viles.
Escritor es quien escribe desde luego aún a falta de recursos, cual soldado a merced del enemigo, con su sangre en el secreto libro del corazón.
Si alguien desea pertenecer a esta hermandad, favor de contactarme.
Eso sí aclaro que no hay vuelta atrás. No hay para este viaje garantía de regreso.
Tu vida ó muerte será tu total responsabilidad...
Sin embargo sabes que hay una elección crucial. La vida chata, mezquina, miserable de la rutina, el sopor y el hartazgo y la otra la de los riesgos, aventuras, y maravillas por recorrer y descubrir.
La elección es tuya.